Mientras Elena se prepara para el Día de la Victoria, un agotado Zubak llega al Palacio y aprende las estrictas precauciones de salud de la canciller.

Preocupado por la influencia de Zubak sobre Elena, Nicholas conspira con los ministros con la esperanza de arruinar la reputación del cabo.

Después de recibir advertencias sobre sus nuevas reformas agrarias, Elena ordena una controvertida operación militar... y envía a Zubak al frente.

Elena intenta controlar los daños reconectándose con su gente. Entretanto, la lealtad de Agnes es puesta a prueba por una oferta anónima.

En medio del aumento de violencia, Elena sigue decidida a quedarse en el palacio, mientras sus asesores traman un escenario para expulsarla del poder.

Ahora que los muros del palacio han sido derribados, Elena debe aprovechar sus habilidades diplomáticas (y duplicidad) para seguir siendo canciller.